domingo, 15 de noviembre de 2009

RESTAURACIÓN DE LA FUENTE DEL MESÓN

Con casi dos siglos de historia, la primera fuente pública de Tarifa es uno de los emblemas de la ciudad y de todos los tarifeños, simboliza el servicio que prestó a todos los ciudadanos durante muchos años. Esta es la fuente del Mesón, o del Piojo como es conocida popularmente, que después de más de cincuenta años vuelve a dar agua para todos.

Para reestablecer el servicio público de esta fuente, patrimonio cultural de Tarifa, se ha seguido un proceso de restauración dirigido por el restaurador sevillano Carlos Núñez, el mismo que se encargó de las restauraciones de la Puerta de Jerez y el Boquete de la Silla.

El haber podido participar personalmente en los trabajos de restauración de las distintas partes y piezas de esta fuente pública ha sido un hecho de gran satisfacción personal y profesional, ya que como en otros procesos de restauración, lo que labraban mis manos no eran simples piedras, eran la viva imagen de la historia de Tarifa.

Los trabajos comenzaron con el desmonte de la fuente, encontrándonos con una fuente dividida en siete partes, algunas de estas partes en un estado lamentable. Posteriormente, se procedió a la limpieza y aplicación de biocida para la eliminación de los hongos existentes en la piedra de las cuatro partes superiores, que tuvo lugar en la nave Municipal.

Tres de las cuatro partes que fueron sometidas a limpieza se juntaron utilizando unas finas varillas de fibra que evitaran la desmembración de la estructura que previamente estaba compuesta por varias partes deterioradas. Con el fin de endurecer la piedra orginal, se le aplicó una capa de consolidante acorde con la función de fuente y respetando su consideración de patrimonio municipal.

La base de la fuente ha sido la única parte de la fuente que no fue desplazada de su lugar original para su rehabilitación, parte de esta estructura, se ha reconstruido debido a su estado de deterioro utilizando materiales semejantes a los que se utilizaron para su construcción. Estos materiales fueron labrados en el patio del Castillo de Guzmán el Bueno, mientras en una fundición de Sevilla se fundían dos réplicas del único grifo existente.

Los próximos pasos de la restauración consistieron en la retirada del mortero existente y la introducción de las tuberías de agua cuyos desagües quedarían cubiertos con un revestimiento de lozas de Tarifa.

Una vez realizados estos trabajos llega el día del montaje, el cual sería ejecutado en dos fases: la primera fase consistiría en colocar la parte central o bombo junto con las dos replicas del antiguo grifo y en una segunda fase se colocarían las cuatro piezas restantes de la parte superior, quedando por ver si en la parte más alta de la fuente sería colocada una bola de piedra, similar a la que tuvo en su día y con un diámetro aproximado de unos seis centímetros de diámetro.
Por su parte, los fontaneros del Ayuntamiento serían los encargados de la instalación de los pulsadores de pie que accionaran el suministro de agua.
La última parte de esta restauración finalizó con la limpieza de zonas puntuales de la fuente, las grietas y el llagueado se recogió con mortero especial. Siendo el último trabajo ejecutado, una nueva aplicación de consolidante a toda la estructura de la Fuente del Mesón.

Por la parte que me toca, la restauración de esta fuente es un homenaje a todas aquellas personas mayores que en su día la utilizaron y mientras yo allí trabajaba, por momentos me hacían creer que la fuente me susurraba, tras el silencio de sus cortos pasos se acercaban diciendo:

-Aquí venia yo, con mi madre a por agua. Me decía una anciana.
-Con un cántaro, desde el cerro, venía cuando era una niña a por agua.
-Cuando éramos chiquillos, bebíamos y nos refrescábamos en esta fuente. Decía un abuelo a su nieto.



Finalizando los trabajos de restauración en la Fuente de los Mesones
Cristóbal.I
Publicado en el Boletin Nº 30 de Mellaria. 2007